"Los hombres son seres que se curan, guardan de sí mismos, que generan, vivan donde vivan, un espacio parquizado en torno a sí mismos. En parques urbanos, parques nacionales, parques cantonales, parques ecológicos, en todos lados deben los hombres formarse una opinión sobre cómo debe ser regulada su conducta consigo mismos." Peter Sloterdijk, Reglas para el Parque Humano.

martes, 29 de julio de 2008

De filósofos y esquizofrénicos.

"Cuando pensamos en abstracto nos expone al peligro de descuidar los vínculos de las palabras con las representaciones-cosas inconcientes, y es innegable que nuestro filosofar cobra una indeseada semejanza, en su expresión y en su contenido, con la modalidad de trabajo de los esquizofrénicos. Por otro lado, puede ensayarse esta caracterización del modo de pensamiento de los esquizofrénicos: ellos tratan cosas concretas como si fueran abstractas."
(Sigmund Freud, Das Unbewusste o Lo Inconciente, VII. El discernimiento de lo inconciente, 1915)

viernes, 25 de julio de 2008

Los procesos inconcientes bajo la óptica del sistema Prcc.

Más consideraciones epistemológicas.
En el mismo trabajo desde donde se extrajo el comentario anterior, Freud hace lo que podría ser considerado como un alcance epistemológico respecto del modo de acceder al inconciente y es que señala que los procesos de esta naturaleza:
"En sí y por sí ellos no son cognocibles, y aún son insuceptibles de existencia, porque en época muy temprana al sistema Icc se le superpuso el Prcc, que arrastrado hacia sí el acceso a la conciencia y la motilidad".
Freud producto de lo anterior es que propone primero analizar el sistema Prcc antes que el Icc, el que difícilmente puede ser conocido sino es mediante el esclarecimiento del otro. Las representaciones investidas en el sistema Prcc presentan una inhibición en la proclividad a la descarga pulsional, tanto es así que:
"...cuando el proceso traspasa de una representación a otra, la primera retiene parte de su investidura y sólo una pequeña proporción experimenta desplazamiento".
Ahora bien resulta interesante el hecho de que sea el sistema Prcc al que competa establecer una capacidad de comercio entre los contenidos de las representaciones, ya que ello introduce un ordenamiento o reglamentación respecto de los "flujos" de investidura o mociones pulsionales, y junto con ello el ordenamiento temporal de las representaciones y la aparición del principio de realidad. Recordemos que ya anteriormente había señalado que el sistema Icc era atemporal, lo que tras esta caracterización aparece con un nuevo brillo, el brillo del Prcc y su capacidad para inscribir mociones pulsionales dentro de un nuevo orden.

jueves, 24 de julio de 2008

Sobre lo cualitativo y cuantitativo en Freud.

Mociones pulsionales y Representaciones.
En su trabajo "Das Unbewusste" o "Lo Inconciente" de 1915 Freud señala que las representaciones le dan el caracter cualitativo a los afectos que en tanto mociones no tienen otra naturaleza que cuantitativa, la que sin embargo no nos es posible conocer a través de la psicología sino es únicamente mediante los destinos que tienen. Difícil suposición respecto de la cuantitividad de las pulsiones en tanto nos es por completo imposible dar cuenta de ellas con independencia de la cualitatividad de las representaciones a las que se ligan, al parecer esto es una dificultad epistemológica. Dice así:

" Es posible que el desprendimiento de afecto parta directamente del sistema Icc, en cuyo caso tiene siempre el caracter de angustia, por la cual son trocados todos los afectos "reprimidos" (anteriormente Freud aclara que tal uso linguístico encierra un equívoco por cuanto lo que se reprime es la representación y no el afecto que se inhibe). Pero con frecuencia la moción pulsional tiene que aguardar hasta encontrar una representación sustitutiva en el interior del sistema Cc. Después el desarrollo del afecto se hace posible desde este sustituto conciente, cuya naturaleza determina el caracter cualitativo del afecto."

(Sigmund Freud, Das Unbewusste o Lo Inconciente, 1915)

sábado, 5 de julio de 2008

Las pulsiones yoicas y el principio de realidad.

"Por lo que respecta a las tendencias sexuales, es evidente que desde el principio al fin de su desarrollo constituyen un medio de adquisición de placer, función que cumplen sin la menor discontinuidad. Tal es igualmente al principio el objetivo de las tendencias del Yo, pero bajo la presión de la necesidad, gran educadora, acaban estas por reemplazar al principio del placer por una modificación. La misión de desviar el dolor se les impone con la misma urgencia que la de adquirir el placer, y el Yo averigua que es indispensable renunciar a la satisfacción inmediata, diferir la adquisición de placer, soportar determinados dolores y renunciar en general a ciertas fuentes de placer. Así educado, se hace razonable y no se deja ya dominar por el principio del placer, sino que se adpata al principio de realidad, que en el fondo tiene igualmente por fin el placer; pero un placer que si bien diferido y atenuado, presenta la ventaja de ofrecer la certidumbre que le procuran el contacto con la realidad y la adaptación a sus exigencias."
(Sigmund Freud, Introducción al Psicoanálisis, Cap. 4 Teoría Sexual, 7. Puntos de vista del desarrollo y de la regresión. Etiología. )

martes, 1 de julio de 2008

Algunos alcances epistémicos hechos por Freud.

Algo más sobre la actitud científica.


En la presente cita resuenan algunas lecciones de Franz Brentano, teólogo alemán maestro de Freud y Husserl. Sus escritos son considerados como uno de los antecedentes directos de la fenomenología.

"Muchas veces hemos oido sostener el reclamo de que una ciencia debe construirse sobre conceptos básicos claros y definidos con precisión. En realidad, ninguna, ni aún la más exacta, empieza con tales definiciones. El comienzo correcto de la actividad científica consiste más bien en describir fenómenos que luego son agrupados, ordenados e insertados en conexiones. Y para la descripción misma es inevitable aplicar al material ciertas ideas abstractas que se recogieron de alguna otra parte, no de la sola experiencia nueva. Y más insoslayable son esas ideas - los posteriores conceptos básicos de la ciencia - en el ulterior tratamiento del material. Al principio deben comportar cierto grado de indeterminación; no puede pensarse en ceñir con claridad su contenido. Mientras se encuentran en ese estado, tenemos que ponernos de acuerdo acerca de su significado por la remisión repetida al metrial empírico del que parecen extraídas, pero que, en realidad, les es sometido. En rigor, poseen entonces, el caracter de convenciones, no obstante lo cual es de interés extremo que no se las escoja al azar, sino que estén determinadas por relaciones significativas con el material empírico, relaciones que se cree colegir aún antes de que se las pueda conocer y demostrar. Sólo después de haber explorado más a fondo el campo de fenómenos en cuestión, es posible aprehender con mayor exactitud también sus conceptos científicos básicos y afinarlos para que se vuelvan utilizables en un vasto ámbito, y para que además, queden por completo exentos de contradicción. Entonces quizá haya llegado la hora de acuñarlos en definiciones. Pero el progreso del conocimiento no tolera rigidez alguna,, tampoco en las definiciones. Como lo enseña palmariamente el ejemplo de la física, también los "conceptos básicos" fijados en definiciones experimentan un constante cambio de contenido."


(Sigmund Freud, "Triebe und Triebschicksale" o "Pulsión y destinos de pulsión", 1915)