Tras un largo receso vuelvo nuevamente a escribir sobre las drogas, esta vez desde una apreciación político-psicoanalítica sugerida por Slavoj Zizek en su texto "Defensa de la intolerancia". Una de las tesis planteadas habla de que nuestro tiempo está dominado por la presencia de la post-política, que no es otra cosa que la despolitización de la política y todo lo que la misma incluye. En este ángulo de disparo, quisiera ubicar estas brevenotas.
Zizek plantea que la post-política no sólo se contenta con reprimir toda acción política sometiendola a sus mecanismo de regulación y contención, sino que ha ido más allá excluyéndola de cualquier tipo de discusión, retirándola de la esfera del discurso público y privado. El problema de las drogas no ha estado excento de estos esfuerzos de despolitización, en tanto el gobierno y sus instituciones, junto a la propaganda de los medios de comunicación se han encargado de excluir la voz de los consumidores al focalizar todo el conflicto en el objeto droga, perspectiva desde la cual llama a los consumidores adictos que significa "los sin voz". Desde Lacan, decimos que están excentos del terreno simbólico o campo de la palabra, son forcluidos de la misma. Aquí lo que retorna no es lo reprimido en lo simbólico sino la violencia policial en lo real, bajo consignas del tipo "Guerra a las drogas" (esta no es una metáfora). Se montan operativos policiales, se allan casas y poblaciones, se toman detenidos a consumidores y narcos, se criminaliza toda relación a la droga.
El discurso de la "Guerra a las drogas", psicotiza el problema, separándolo del campo de la palabra que es el debate público, ya que no hay posibilidad de diálogo ni de reconocimiento de la discidencia respecto del discurso dominante, la lucha es real .
Zizek plantea que la post-política no sólo se contenta con reprimir toda acción política sometiendola a sus mecanismo de regulación y contención, sino que ha ido más allá excluyéndola de cualquier tipo de discusión, retirándola de la esfera del discurso público y privado. El problema de las drogas no ha estado excento de estos esfuerzos de despolitización, en tanto el gobierno y sus instituciones, junto a la propaganda de los medios de comunicación se han encargado de excluir la voz de los consumidores al focalizar todo el conflicto en el objeto droga, perspectiva desde la cual llama a los consumidores adictos que significa "los sin voz". Desde Lacan, decimos que están excentos del terreno simbólico o campo de la palabra, son forcluidos de la misma. Aquí lo que retorna no es lo reprimido en lo simbólico sino la violencia policial en lo real, bajo consignas del tipo "Guerra a las drogas" (esta no es una metáfora). Se montan operativos policiales, se allan casas y poblaciones, se toman detenidos a consumidores y narcos, se criminaliza toda relación a la droga.
El discurso de la "Guerra a las drogas", psicotiza el problema, separándolo del campo de la palabra que es el debate público, ya que no hay posibilidad de diálogo ni de reconocimiento de la discidencia respecto del discurso dominante, la lucha es real .
0 comentarios:
Publicar un comentario