"Los hombres son seres que se curan, guardan de sí mismos, que generan, vivan donde vivan, un espacio parquizado en torno a sí mismos. En parques urbanos, parques nacionales, parques cantonales, parques ecológicos, en todos lados deben los hombres formarse una opinión sobre cómo debe ser regulada su conducta consigo mismos." Peter Sloterdijk, Reglas para el Parque Humano.

jueves, 21 de enero de 2010

Diagnóstico de dependencia de alcohol

NATURALEZA DE LA DEPENDENCIA.

Al parecer Seijas (Heerlein, 2000) ubica la dependencia dentro de los llamados "problemas adictivos", en el sentido que llama a no entender por dependencia todo lo relacionado a los mismos "ya que muchos pacientes con problemas derivados del consumo de alcohol o drogas no sufren del trastorno por dependencia" (Seijas en Heerlein, 2000, p.184). Asimismo advierte que un diagnóstico mecanicista que cree que la dependencia existe o no existe sólo porque cumple con determinados criterios es insuficiente, dado que los mismos son una "simplificación que rebaja el arte que el tratante debe desarrollar para establecer dicho diagnóstico" (Seijas en Heerlein, 2000). Lo importante recalca este autor es reconocer la sutileza de la sintomatología para captar si existe o no tal condición y en que grado de desarrollo. Otros aspecto a considerar junto con la sintomatología propia de los problemas adictivos son:
  • La personalidad del individuo (impulsividad y agresividad del consumo).
  • Influencias ambientales (tolerancia por el consumo de una droga, pero no de otras).
  • Fuerzas culturales (lenguaje, subcultura de consumo, marginalidad).

Todos estos aspectos nos permiten reconocer el grado de dependencia y por consiguente las particularidades del paciente, sin ver la adicción como una entidad fija. Identificar el grado de consumo y su particularidad sienta las bases para establecer metas de tratamiento razonables y ad hoc al individuo.

Seijas (en Heerlein, 2000) identifica la etiología de la dependencia como multifactorial:

  • Factores genéticos: vulnerabilidad hereditaria.
  • Factores individuales: vulnerabilidad psicológica, molecular, etc.
  • Factores de personalidad: busqueda de lo novedoso, de recompensas y evitación de daño.
  • Factores sociales y ambientales: eventos significativos, contexto social (deprivación, accesibilidad a la sustancia, amistades consumidoras, trasgresión de la norma).

El modelo etiológico multifactorial propuesto es un modelo bio-psico-social.

Primeras definiciones.

Las primeras definiciones de la dependencia incluían conceptos de habituación, adicción y diferenciación entre dependencia física y psicológica, entonces según la relación que la droga tuviera con alguno de estos conceptos se la llamaba dura o blanda. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1974 señaló que la dependencia era "un estado psíquico y a veces también físico resultante de la interacción de un organismo vivo con una dorga", que se manifestaba a través de respuestas conductuales que incluyen la compulsión a tomar la droga en forma contínua o paulatina, con el fin de obtener determinados efectos sobre la psíquis o bien para aliviar el malestar derivado de la abstinencia (Seijas en Heerlein, 2000). La tolerancia puede o no existir y está en estrecho vínculo con la compulsión a consumir, sirviendo ello también para indicar el grado de dependencia.

Las primeras definiciones de dependencia más la de la OMS fueron modificados como consecuencia de la aparición de nuevos conceptos relacionados a:

  • La dependencia es un fenómeno en Cluster pues agrupa factores cognitivos, conductuales y fisiológicos.
  • La dependencia es un proceso de aprendizaje.
  • La neuroadpatación o dependencia física no es el único factor.
  • El síndrome de dependencia se da en grados diferentes.

Edward y Gross en 1976 son los primeros autores en definir el síndrome de dependencia al alcohol, en base a siete criterios diagnósticos:

  1. Estrechamiento del patrón de consumo.
  2. Preminencia de la conducta de consumo de alcohol.
  3. Tolerancia aumentada por el alcohol.
  4. Síntomas de privación repetidos.
  5. Alivio de síntomas de privación con el consumo.
  6. Reconocimiento subjetivo por la compulsión por beber.
  7. Reestablecimiento del cuadro luego de la abstinencia.

Seis de estos criterios se mantienen en las clasificaciones diagnósticas del CIE-10 y DSM-IV. Otro autor de apellido Coosten junto a otros investigadores demostró que los criterios establecidos por Edward y Gross eran aplicables a más sustancias psicoactivas.

Psiquiatría Clínica. Editor: Andrés Heerlein (2000).

1 comentarios:

Manuel Aros dijo...

Nótese como en la gráfica el hombre con el vaso en la mano sucumbe al borramiento de su propia imagen reducida únicamente a los contornos de una sombra que lo despoja de todo rastro de subjetividad, iluminando únicamente la figura del alcohol que captura toda la atención. Nuevamente se reproduce aquí el discurso de la supresión del sujeto el pese a todo se nos aparece subliminalmente en el gesto devastado de la cabeza inclinada y el vaso alzado.